Durante el tercer trimestre del año fiscal de Apple, el cual terminó el pasado mes de junio, la empresa de Cupertino reportó una disminución de sus ingresos totales por un 15%; con ventas por $42,400 millones de dólares, $7,200 millones menos de lo que vendieron en el mismo periodo en 2015.
No son los mejores tiempos en definitiva para la empresa de Tim Cook; la venta de iPhones también se ha visto mermada, pues mientras que en el tercer trimestre de 2015 se vendían 47.5 millones de aparatos en todo el mundo; en el periodo equivalente de 2016, la cifra cayó a 40.4 millones de unidades vendidas, cifra que es aún más decepcionante si se compara con el pasado trimestre de 2016, cuando se vendieron 51.2 millones de iPhones, es decir, hubo una caída del 21% en el último trimestre.
Apple justifica estas cifras en la enorme competencia que ha enfrentado en mercados como Asia, particularmente en China donde esperaba obtener una importante cantidad de ventas, no obstante ha visto muy complicado permear en un mercado con móviles de buena calidad a un menor costo. La desaceleración que está experimentando Gran Bretaña por el Brexit también se justificó como uno de los motivos para disminuir las ventas.
Las entradas por otros dispositivos tampoco ayudaron mucho, pues en este periodo se vendieron 500 millones de Macs menos que en el mismo lapso de 2015, mientras que las iPad también sufrieron una caída de 900 mil unidades en comparación con el tercer trimestre anterior.
No todo son malas noticias para el iPhone
No obstante Apple también ha tenido sus brillos, de acuerdo a reportes como el de Kantar Worldpanel Comtech, estarían sorprendiendo de forma especial las ventas que está teniendo el iPhone SE durante el periodo abril-junio en países como el Reino Unido, donde se ha convertido en el móvil más vendido, quedándose con el 9,2% de las ventas, y superando incluso al iPhone 6.
Con base en el análisis de las 5 mayores economías de Europa (Alemania, Francia, España, y Gran Bretaña), el dominio de Apple en el mercado europeo es del 18.2%; lo que significa un aumento del 0,7 en relación al mismo periodo de 2015.
En cuanto al mercado estadounidense iPhone también mantiene su dominio ante Samsung; el iPhone s6 y el 6S Plus se quedaron con el 15.1% de las ventas, mientras que el Galaxy S7 y S7 Edge dominan el 14.1%.
Con esto Apple mantiene aún un buen ánimo, y vigente la promesa de que el próximo iPhone 7 será una nueva necesidad humana; de cara a la presentación que se estará realizando entre el 6 y 7 de septiembre próximo.